Construido entre 1886 y 1916, el Palacio de la Hacienda Quilpué en San Felipe era una réplica a menor escala del Palacio de Versalles. Este majestuoso edificio albergaba suntuosos salones amueblados con piezas valiosas de origen europeo y recibió a distinguidas personalidades de la época, como el príncipe de Asturias y el príncipe de Gales. Con más de 100 habitaciones, el palacio era el escenario perfecto para festividades, incluyendo la tradicional Fiesta de la Vendimia.
Lamentablemente, el terremoto de 1985 causó daños severos al palacio, un año antes de su centenario. En lugar de ser restaurado, se ordenó su demolición, dejando solo restos de sus muros y algunos árboles de su hermoso parque.
La fotografía que ilustra esta historia proviene del libro “Parques y jardines privados de Chile” de Cristián Boza Díaz. Probablemente, fue tomada cerca de 1985, ya que el palacio aún no mostraba los daños del terremoto.